Todos conocemos lo duro que resulta estar hospitalizado… y que resulta mucho más duro en el caso de los niños, para los cuales el entorno del hospital supone privarles de juego, diversión, alegría…
Nuestro objetivo es ofrecer actividades de animación a los niños hospitalizados. Queremos que, al menos durante unas horas, el hospital sea para ellos un lugar alegre, colorido, divertido… No podremos curarles, pero sí intentaremos llenar los pasillos del hospital con sus risas.
¿Queréis saber qué se siente siendo una Doctora Tirita? Jéssika, la Doctora Pompita Tirita, nos lo cuenta...
Llegas, nervioso… Es la primera vez.. ¿Cómo será? ¿Qué nos
vamos a encontrar?, miles de dudas que se meten en tu cabeza y no puedes dejar
de pensar… La responsabilidad que asumimos al aceptar este reto es enorme, y no
podemos evitar la presión.
Llega la hora, tocas la primera puerta… Y empieza la magia.
Sólo con asomar la cabeza ya te regalan la primera sonrisa,
niños, padres, abuelos… Todo el que esté en esa habitación no puede evitarlo.
Hablas con ellos, bromeas, les haces tu espectáculo y te
marchas… Físicamente es lo que haces, pero la cosa no queda sólo ahí. Durante
unos minutos, su dolor, y sus males desaparecen. Haces magia, consigues que por
un instante sonrían.
Todo el mundo valora el poder de la sonrisa, el poder
de por unos minutos no pensar en todo lo que en sus vidas les está ocurriendo.
Visitas habitación por habitación, recorres los pasillos, en
alguna ocasión incluso te paseas con ellos gotero y silla de ruedas incluídas,
otras hasta te atreves a retarles a una carrera, haces que tu imaginación
funcione a dos mil por hora, consigues llevar al límite todo aquello en lo que
crees y de lo que eres capaz. Inventas, improvisas, haces el payaso, utilizas
todos los recursos posibles para conseguir que la magia fluya.
Visitas la sala de espera, el hospital de día, en nuestro
turno con títeres y obra incluída, todos detrás de un telón, compartiendo una
obra improvisada donde sin darse cuenta, caperucita roja y el lobo acabaron
siendo amigos y en donde el lugar de haber 3 cerditos en el cuento, creo que se
colaron dos o tres más para lograr una obra espectacular, que logró los
aplausos de todos los que estaban en la sala, y las risas de todos los que
estaban y los que no.
Hace calor, entre recorrido de zonas te abanicas la bata,
una que otra vez, para lograr respirar un poco más de aire, y sobre todo
conseguir sobreponerte... Las emociones son muchas, y los sentimientos están a
flor de piel.
Acabas, recojes tus cosas, y te marchas.
Sales, respiras el aire libre, sin estar comprimido, y
entonces te das cuenta... Que la magia no era lo que hiciste dentro, sino que
es todos los minutos recolectados con cada niño, con cada padre que te llevas
contigo, ellos te la regalan, y no te piden nada a cambio.
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